La negociación amistosa con los bancos es una de las opciones clásicas que contemplaba la Ley de Segunda Oportunidad que ha sido derogada. Aquí te damos más detalles sobre esta posibilidad y sus implicaciones.
La negociación amistosa con los bancos
Hasta la reforma de la Ley de la Segunda Oportunidad y la Ley Concursal, que entró en vigor el 26 de septiembre de 2022, la fase de negociación amistosa con los acreedores era obligatoria. O, dicho de otra forma, tenías que pasar por ahí antes de poder pasar a una fase de solicitud judicial. En un primer momento, era necesario firmar un documento notarial e iniciar la mediación voluntaria con los acreedores. Solo en caso de desacuerdo, podrías solicitar al juez directamente la exoneración de las deudas.
¿Qué era lo que pasaba? Que el número de acuerdos amistosos era irrelevante, y que esta fase, en la práctica, dilataba los procesos y los hacía más caros. Un ejemplo era que, en juzgados de grandes ciudades, el proceso podía durar entre 8 y 14 meses. Por esta razón, se ha cambiado la ley de mecanismos de segunda oportunidad, con el ánimo de hacerla más flexible y accesible. Hoy es suficiente con que estés representado por un abogado y procurador para presentar tu solicitud ante el juez. ¡Todo es más rápido y más barato!
La voluntariedad de la negociación amistosa con los bancos
Es fundamental que sepas que, hoy, negociar con los bancos es completamente voluntario. Es decir, puedes acogerte a su servicio de mediación interno o negociar con ellos en un proceso judicial, pero no es obligatorio para que puedas disfrutar de las ventajas de la Ley de la Segunda Oportunidad. Esto es central, puesto que, así, te ahorrarás tiempo y dinero en trámites la mayoría de las veces estériles. En el momento en que no tienes que pasar por el notario ni iniciar un proceso voluntario previo, es evidente que, para ti, es más fácil iniciar el expediente. Por este motivo, hoy está posibilidad es mucho más fácil para ti.
Hay que recordar, además, que la decisión de un juez ante los expedientes de la Ley de Segunda Oportunidad es vinculante. Si se decide la exoneración de una deuda, el banco la tiene que aceptar; si se elimina una ejecución hipotecaria, lo mismo, y si se decreta una dación en pago, también. Ese es un buen incentivo para aprovechar las distintas ventajas que ofrece esta ley a tu favor, sobre todo si cuentas con un buen asesoramiento para iniciar este procedimiento. ¡Eliminarás cargas que no te dejaban vivir!
¡Cancela tus deudas para siempre jamás!
La negociación amistosa con los bancos, aunque existe, suele ser poco eficaz en casos de deudas hipotecarias elevadas o de insolvencia. ¡Es aquí donde la Ley de la Segunda Oportunidad te puede ayudar a soltar lastre! En Ecualitas contamos con un equipo de especialistas que te ayudarán en el proceso para recopilar la documentación y presentar tu expediente ante el juez. ¡No dejes de contactarnos si quieres despedirte de tus deudas y que estas no vuelvan!