La nueva ley de la Segunda Oportunidad ha sido diseñada para que las personas con problemas económicos puedan ser liberadas de sus deudas con mayor facilidad que con el sistema que estaba establecido anteriormente. Ahora lo que está por ver es si, además, logra hacerlo de una manera más rápida.

¿Cuánto tardaba la tramitación de un procedimiento de Segunda Oportunidad con la legislación anterior?

El proceso estaba diseñado para que fuera breve, pero en la práctica, el hecho de tener que pasar por una fase prejudicial acababa por provocar un retraso nada deseable.

Teniendo en cuenta esto, y que no todos los procesos revisten la misma complejidad, la media de tiempo para su resolución estaba entre los 12 y los 18 meses. En los casos más complicados, se podía tardar más de dos años desde el inicio del procedimiento hasta el final del mismo.

¿Cuánto tarda el proceso con la nueva ley de la Segunda Oportunidad?

La nueva normativa busca simplificar y agilizar el proceso y, por ello, establece un tiempo máximo de 18 meses para dar por finalizado el proceso legal, a contar desde que se presenta la solicitud hasta que se obtiene la cancelación de las deudas por orden judicial.

Este es el tiempo máximo, pero se espera que sean pocos los casos que lleguen al año y medio de tramitación. De hecho, al no tener que pasar en todos los casos por las mismas fases, la previsión es que la mayoría de los casos de aplicación de la nueva ley de la Segunda Oportunidad se resuelvan en unos 12 meses.

¿Cómo se han reducido los tiempos de tramitación?

Se ha eliminado la fase prejudicial

Veamos qué ha cambiado para que ahora el proceso sea mucho más rápido. Para empezar, hay un gran cambio que consigue ahorrar mucho tiempo, puesto que el proceso ya no se divide en dos fases.

Con la ley antigua, el deudor debía pasar por una fase extrajudicial en la que intentaba un acuerdo con sus acreedores. Esto, que en muchos casos era infructuoso, hacía que el procedimiento se alargara inútilmente durante semanas y hasta meses. Pero ahora ya no tienes que pasar por esta fase.

Si estás en una situación de insolvencia y no puedes hacer frente a tus deudas, lo que haces es acudir directamente a los juzgados a pedir el procedimiento de Segunda Oportunidad. Te olvidas de las negociaciones previas, y así ganas tiempo.

Se exige menos documentación

Para poder acogerte a la nueva ley de la Segunda Oportunidad, debes acreditar que estás en apuros económicos y que cumples los requisitos exigidos para poder ser liberado de tus deudas. Esto lo demuestras a través de una documentación que puede llevarte más o menos tiempo tener lista.

Una de las novedades, es que ahora tienes que presentar menos papeles para poder iniciar el proceso y, por tanto, vas a tardar menos en tenerlo todo listo para presentar tu solicitud en el juzgado.

La competencia es ahora de los juzgados de lo Mercantil

Hasta la reforma, eran los juzgados de lo Civil los que conocían de los procedimientos de Segunda Oportunidad, algo que contribuía a la dilación de los procesos, ya que estos órganos jurisdiccionales siempre tienen un alto volumen de trabajo.

Con la nueva regulación, la competencia pasa a ser exclusivamente de los juzgados de lo Mercantil, y esto tiene una doble ventaja. Por un lado, estamos hablando de órganos jurisdiccionales cuyo volumen de trabajo es mucho menor que el que tienen los del ámbito Civil. Por otro lado, los jueces de lo Mercantil están más especializados y capacitados para tratar un tema tan delicado como lo es la exoneración de deudas.

La nueva ley de la Segunda Oportunidad nos trae muchos beneficios

Como te hemos comentado antes, la nueva tramitación busca ser más rápida y sencilla, y eso se traduce en beneficios para aquellos que deben someterse al procedimiento de exoneración de sus deudas. Te sintetizamos algunos de los más interesantes:

  • No se te exige tanta documentación a la hora de solicitar el proceso.
  • Al no existir la fase prejudicial ahorras tiempo y dinero, porque ya no tienes que incurrir en gastos notariales y registrales.
  • No tienes que preocuparte por nada ni comparecer en ningún sitio. El juez examinará la documentación que le has presentado y resolverá sobre tu caso.
  • Desde el mismo momento en que presentas tu solicitud en el juzgado, tus deudas dejan de generar intereses y los embargos quedan en suspenso.
  • Tus acreedores no pueden tomar medidas judiciales para obtener el cobro de la deuda mientras se esté tramitando la Segunda Oportunidad.
  • Cuando el juez acuerde liberarte de tus deudas, también solicitará de oficio a los ficheros de impagados (registros de morosos) que borren tus datos de los mismos.

Es hora de que dejes de sufrir por tus deudas. Si tu situación económica no te permite pagar lo que debes, aprovecha las ventajas de la nueva ley de la Segunda Oportunidad y líbrate de ellas de manera definitiva. ¿Necesitas ayuda para conseguirlo? ¡Estamos a tu disposición!