Una lista de morosos particulares es el último lugar en el que una persona desea aparecer. Cuando tu nombre figura en un registro de este tipo, lo puedes llegar a tener muy complicado si necesitas financiación, porque las entidades bancarias tienen acceso a esta información y, si figuras en un listado de morosos, lo más probable es que no te quieran como cliente y no confíen en ti a la hora de concederte un préstamo.

¿En qué consiste una lista de morosos particulares?

También conocidos como ficheros o registros de morosos, o ficheros de impagados, son listados en los que se recoge la información relativa a deudas que han quedado sin pagar. La coletilla "particulares" se refiere a que los datos contenidos son de personas físicas a nivel particular. Existen, además, registros especializados en recopilar la información sobre impagos de autónomos y de personas jurídicas.

¿Cómo puedes acabar en una lista de morosos particulares?

Para que el acreedor pueda solicitar tu inscripción, deben cumplirse estos requisitos:

  • La deuda debe ser real y cierta.
  • Debe estar vencida. Es decir, que debe haber transcurrido ya el plazo que tenías para pagarla.
  • Debe ser exigible. Esto significa que no debe haber ningún impedimento legal para que el acreedor pueda reclamarla. 
  • Su cuantía debe ser superior a 50 euros y su antigüedad no puede ser superior a cinco años.
  • El acreedor debe haber requerido el pago. Advirtiendo que, si este no se realiza, procederá a comunicar los datos a un fichero de morosos.

¿Para qué sirven estos registros?

Tu inscripción en la lista de morosos particulares no tiene muchas implicaciones a nivel legal. No es que te vayan a exigir más intereses o que tu acreedor vaya a tener preferencia en el cobro por el hecho de haber comunicado tus datos a una entidad de este tipo. Se trata más bien de una medida de presión para que pagues.

Los bancos, y ciertas empresas, tienen acceso a la información contenida en estos registros y, si ven que eres una persona morosa, lo más probable es que no te admitan como cliente. Esto podría dejarte sin ese préstamo personal que necesitas, pero también sin poder cambiar de compañía de gas, por ejemplo.

El reconocimiento público de la condición de morosa de una persona puede afectar directamente a su honor. A ninguno nos gustaría que el resto del mundo supiera qué estamos pasando por problemas económicos y que tenemos una o varias deudas sin pagar. Precisamente por ello, el acceso a la lista de morosos particulares no es algo que pueda hacer todo el mundo. No se trata de una información pública. Solo se da acceso a la misma a las entidades que, según la ley, tienen derecho a conocer el nivel de solvencia de una persona con la que deseen hacer algún tipo de negocio.

¿Cómo se sale de una lista de morosos particulares?

Reclamando el error

Si tu nombre ha aparecido en un listado de este tipo por error, debes hacer la reclamación para que se borren tus datos. Aportando las pruebas que demuestran que se trata de una equivocación. Por ejemplo, los documentos que acreditan que la deuda estaba pagada incluso antes de la inscripción, o que ponen de manifiesto que la cantidad adeudada todavía no ha vencido.

Pagando

Como decíamos antes, la lista de morosos particulares es una herramienta para ejercer presión sobre los deudores, y lo cierto es que funciona. Son bastante los que, una vez que saben que aparecen en un registro de este tipo, proceden a pagar lo que deben.

Pagada la deuda, el acreedor debería comunicar al responsable del fichero que tú ya no eres deudor. Si no lo hace (que suele ser lo común), eres tú el que puede contactar con la entidad para aportar los documentos que acreditan el pago y solicitar el borrado de tus datos personales.

Prescripción de la deuda

Las deudas se extinguen sí, pasado un tiempo, el acreedor no las reclama. Aunque en algunos casos el lapso temporal puede ser más o menos largo, lo normal es que las deudas prescriban a los cinco años. Pasado ese tiempo, si el acreedor no ha hecho nada para conseguir el pago, el deudor puede contactar con el fichero de morosos para que borre sus datos, puesto que la deuda ya no existe.

Lista de morosos particulares y procedimiento de segunda oportunidad

Tal y como hemos señalado, es bastante común que el acreedor no comunique al responsable del fichero que la deuda se ha extinguido, lo que provoca que una persona siga constando como morosa cuando ya no lo es.

En el caso de la nueva Ley de la Segunda Oportunidad, se ha optado por acabar por este problema. Ahora, cuando alguien es liberado por el juez del pago de todas sus deudas, es la propia autoridad judicial la que ordena al gestor de la lista de morosos particulares que borre los datos de esa persona. Una medida que le quita todavía más preocupaciones a quienes han decidido acudir a este procedimiento para acabar con sus deudas. ¿Quieres solicitar la segunda oportunidad? ¡Cuenta con nuestro equipo!